5 de diciembre de 2007… Aún soy capaz de recordar la primera vez que que vi a Steve Lee sobre un escenario.
Allí estaba un tipo que vivía por y para el rock, con autenticidad, siempre con el ojo puesto en sus fans, en las miradas de quienes estábamos atentos a sus movimientos, pendientes de su chorro de voz y de los sentimientos de alegría y buenas vibraciones que siempre han transmitido los temas de Gotthard… Aún lo recuerdo con fuerza, como si aún estuviera atrapado por la magia del directo de los suizos, y es que llevar la mente a aquel concierto es descubrir a un artista como han existido pocos dentro del hard rock europeo a lo largo de toda su historia…, es tener la vívida imagen de una estrella del rock, con todas las letras bondadosas y virtuosas que se puedan extraer de ese vago concepto y trasladarlo a una persona cercana, siempre dispuesto a entregar una sonrisa en directo, a mirar a su público a los ojos y a disfrutar en cada segundo, cada estrofa y cada estribillo, darlo todo por su música, por su sueño….
Steve Lee… la voz del hard rock contemporáneo y del futuro de esta música nos ha dejado. Es duro, muy duro de aceptar, casi sería capaz de negarme si le vuelvo a escuchar en cualquiera de sus 9 discos, en cualquiera de sus temas, hablando en alguno de los 3 directos que ha editado la banda suiza. De forma inesperada y trágica hemos tenido que decirle adiós a un GRANDE, uno de esos seres que hacen que este mundo sea un poquito mejor. 18 años al frente de una de las bandas más grandes del hard rock de Europa trabajando en el delicado arte de transmitir y enseñar a sentir a diferentes generaciones de rockeros, llevando el rock en la sangre, en las cuerdas vocales, ese instrumento tan especial a través del filtro del suizo, esa vibración siempre constante que da valor a cada una de sus interpretaciones, a cada uno de los mensajes que, tal y como Steve veía la vida, eran casi siempre positivos, siempre dispuestos a brindar esperanza y diversión, dos de los valores más escasos y valiosos de este mundo.
Steve Lee… digno sucesor de los grandes de esta música. Un artista que nunca ha renegado ni ocultado sus influencias, justo al contrario. Un artista que ha dignificado sus raíces, nuestras raíces y que ha extendido el legado de aquellos para convertirse, ahora más que nunca, en uno de ellos. Duele pensar que no está. Es injusto que aquellos que dan ejemplo, aquellos que marcan el camino a seguir nos dejen de forma tan brusca y repentina. 47 años y ya no está, ya no volveremos a verle junto a sus compañeros tal y como yo pude verle aquel 5 de Diciembre de 2007, mi primera vez y uno de los primeros conciertos que registrábamos en Metalcry.com. De aquel concierto extraigo ahora algunas de las impresiones que rinden un pequeño homenaje al vocalista:
Un juego de luces no excesivamente rico ni inspirado no consiguió deslucir la salida al escenario de todo el grupo y mucho menos la de Steve Lee. El cantante llenó el escenario con su presencia con una “arrogancia” y una clase rockera a la altura de la ocasión. Sin dar tiempo a que el delirio cesara continuaron con el segundo corte de su último álbum. “Gone to Far”. La banda al completo no dejó de moverse en todo el concierto y fueron cayendo temas más antiguos como la enérgica “Top of the world” donde el público literalmente enloqueció, “The Call”, o “Hush”, donde Steve Lee animo a cantar por separado a mujeres (más de unas bragas o sujetador vi volar) y a hombres. Momento muy divertido que dejó claro que la implicación del grupo con la audiencia que tenía delante era total, con un loco Leo Leoni que no dejó de hacer bromas con Steve, quien a su vez desgranaba con mucha clase todas las frases en español aprendidas tras varias giras por nuestro país.
Es asombrosa la capacidad hipnótica que tiene este vocalista a la hora de realizar sus interpretaciones de los temas. Movimientos que beben sin duda de otros más mayores como Steven Tyler pero que le dan una personalidad al grupo impresionante.
18 años siempre siendo número 1 en Suiza. Más de 2 millones de discos vendidos de sus 9 lanzamientos. Hits que han sonado y sonarán miles de veces en nuestras noches… Sobran los datos en este homenaje espontáneo, cualquier biografía oficial será mil veces más completa e informativa. Pero la realidad es que se agolpan los sentimientos de orfandad. 2010 nos sigue dando duros golpes y de éste será muy difícil reponernos, todo y cuando aún no hemos sido capaces de apartar nuestro pensamiento de la marcha de Ronnie James Dio… Ahora más que nunca debemos estar unidos, debemos hacerle saber al mundo que seguiremos defendiendo el rock, en todas sus variantes, la música de verdad, hecha con un par de narices, muchos dedos de frente y un buen saco de pasión y sentimientos.
Steve Lee ya era un grande. Ya era un vocalista que se había ganado una posición de referencia para todos aquellos que empiezan en este doloroso, difícil pero gratificante mundo. Y no será un camión quien lo convierta en leyenda. Seremos nosotros en nuestra memoria, cada vez que volvamos a sentir que “el Oscar es para nosotros” o que estamos “en la cima del mundo” dispuestos a “levantarnos” con la “necesidad de creer”, de “tener un poco de fe”, de gritarle a la “hermana luna” que solo tenemos “una vida, un alma” y vamos a hacer “lo que nos gusta”. “Todos los que somos” “seguiremos soñando”, seguiremos adelante con la vívida imagen de tu sonrisa y el grato recuerdo de tu voz, Steve. Gracias y mil gracias más por entregarnos tu don, por hacernos partícipes de tu arte. Siempre estarás aquí, en nuestro corazón, que latirá al ritmo del auténtico hard rock, “a cualquier hora, en cualquier lugar”.
6 de Octubre de 2010… Nunca seré capaz de olvidar la primera vez que vía a Steve Lee sobre un escenario.
Rest in Peace Steve... there... at the Top of the World.